El silbante rumano, Ovidiu Hategan, encargado de pitar el encuentro entre las selecciones de Alemania y Holanda, recibió la noticia sobre el fallecimiento de su madre en el descanso del partido, pese a ello, completó el compromiso y terminó siendo consolado por los futbolistas.
Entre los jugadores se encontraba el defensor holandés Virgil van Dijk, quien se acercó al árbitro tras el pitido final. "Estaba llorando porque su madre acababa de morir. Le di mi apoyo y le dije que había arbitrado bien. No fue gran cosa, pero espero que le haya ayudado", explicó al término del encuentro.
Por su parte, la Federación de Futbol de Rumania confirmó este martes la muerte de la madre del nazareno. Debido a que el encuentro se disputó en territorio alemán, la Federación Alemana ayudó a Hategan a volver a su casa lo antes posible.
Dicho partido, correspondiente a la última jornada de la Liga de las Naciones concluyó con un empate de 2-2, lo que le dio la clasificación a Holanda a la Final Four del torneo recientemente creado por la UEFA.