Este lunes se reanudó la actividad en la Liga de Campeones de Asia, competición en donde el Al-Ittihad, equipo donde milita Karim Benzema, fue el centro de la atención y no precisamente por su desempeño dentro del terreno de juego.
El equipo árabe visitaba al Sepahan iraní, todo pintaba con normalidad hasta que, en la previa al arranque del encuentro, los dirigidos por Nuno Espirito Santo observaron un busto del general fallecido en 2020 Qasem Soleimani, razón suficiente para que el cuadro Saudí decidiera no salir a jugar en suelo iraní.
El motivo por el cual el equipo donde también juega Fabinho y Sadio Mané es porque el general Soleimani, que falleció a manos del ejército estadounidense, siempre intentó atacar a Arabia Saudita y a sus aliados, razón suficiente para exigir que se removiera el busto o que el encuentro no se llevaría a cabo.
Hasta hace un par de años la Confederación Asiática de Futbol siempre había programado los partidos entre árabes e iranís en territorio neutral, pero por alguna razón levantaron la prohibición en 2023.
Hasta el momento el partido se declaró como suspendido y se espera que la organización regrese, al menos para este partido, a las canchas neutrales.