Un gol de Pohjanpalo en su única ocasión dio este sábado a Finlandia un triunfo histórico ante Dinamarca (0-1) en su debut en un gran torneo, en un partido marcado por el desvanecimiento del danés Eriksen que provocó la suspensión del juego durante hora y media.
La estrella de Dinamarca fue el protagonista absoluto. Pero por motivos inesperados. Su desmayo transformó el partido en un drama que no acabó en tragedia, pero alteró su desarrollo hasta tal punto que lo que parecía destinado a un triunfo danés acabó en la primera gran sorpresa de la Eurocopa.
Dinamarca, que había sido mejor hasta entonces y quería dedicarle el triunfo a su compañero (ya trasladado a un hospital, estabilizado y despierto), acabó hecha un mar de nervios y de frustración, consciente de que la derrota complica mucho sus opciones en un torneo al que llegaba como aspirante a hacer algo importante.
Y entonces llegó la tragedia de Eriksen, que convirtió el Parken en el escenario de un drama, en el césped y en la grada. Jugadores corriendo hacia el '10' danés, el personal médico, las camillas, los masajes cardíacos. Las lágrimas, la desesperación de Delaney o Schmeichel. Eriksen tapado por sus compañeros y sacado del estadio.
En la grada, primero el silencio, roto por algunos aplausos. Y a la vez que iban llegando mejores noticias sobre el estado del jugador, irrumpieron los gritos de apoyo, iniciados por la hinchada finlandesa, que se llevó la recompensa en forma de ovación de los aficionados locales.
El otro partido que se jugó después, por deseo de los jugadores al conocer que Eriksen estaba bien, fue precedido de gestos de ánimo y un corro de equipo y técnicos daneses en el medio del campo.
Dinamarca salió a comerse a Finlandia, manteniendo la misma receta, aunque algo más acelerada. Con Mathias Jensen en lugar de Eriksen.
Finlandia era un frontón. Toivo sacó de cabeza un centro de Wass casi debajo de portería. Pero en su único tiro a puerta, Pohjanpalo cabeceó un buen centro de Uronen. Y Schmeichel se comió el remate.
El árbitro pitó como penalti un ligerísimo contacto de Arajuuri con Poulsen. Højbjerg lo tiró fatal, muy centrado y sin fuerza. Ahí parecía irse la oportunidad de que Dinamarca se reenganchara al partido.
Dentro de cinco días contra Bélgica, precisamente el único equipo capaz de ganarle en ese período, está obligada a puntuar para seguir con vida. A Finlandia, en cambio, se le abre un panorama inesperado y se ve con opciones de seguir haciendo historia.