Los disturbios que se generaron durante a Final de la Eurocopa celebrada en el estadio Wembley hacen tambalear la candidatura de Gran Bretaña e Irlanda para la Copa del Mundo 2030.
Aficionados ingleses protagonizaron escenas de violencia y disturbios en las afueras del inmueble, intentaron burlar la seguridad y los límites establecidos con el objetivo de ingresar para ver el juego entre Inglaterra e Italia, comportamiento que fue calificado por la Euro como un ‘desorden sin precedentes’.
Pero estos sucesos, además de ser fuertemente criticados, podrían poner en la cuerda floja el regreso del futbol mundial a este país, ya que expusieron la falta de organización y seguridad, al menos en una Final continental, en donde demás fueron violados los protocolos de salubridad y que dejó al menos 49 detenciones y 19 agentes heridos.
"Los números de seguridad y dirección para la Final de la UEFA Euro 2020 excedieron los requisitos para el partido y fueron mayores que cualquier otro evento anterior en el estadio de Wembley", manifestó la FA.
La propuesta en conjunto entre Gran Bretaña e Irlanda, parecía haberle arrebatado la posibilidad a España y Portugal, países que también se candidatearon para la justa mundialista; sin embargo, lo acontecido podría haber perjudicado estos esfuerzos, incluso hizo dudar quienes respaldaron esta propuesta: "No puede ayudar, parecía un caos fuera del estadio", dijo de los socios a Telegraph Sport.
“El comportamiento de las personas que forzaron ilegalmente su entrada al estadio fue inaceptable, peligroso y mostró total desprecio por los protocolos de seguridad vigentes. Ningún personal de seguridad debe ser sometido a este tipo de comportamiento. Nos disculpamos con cualquier persona en el partido cuya experiencia se haya visto afectada por este nivel sin precedentes de desorden público", expresó la FA.
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