Bolivia tuvo un amargo debut en el Copa América de Brasil 2020. Después de seis años, Paraguay derrotó 3-1 a Bolivia luego de que se vieron las caras el 18 de noviembre de 2015 en la fecha 4 del certamen de clasificación para la competencia internacional.
Paraguay arrancó dominando el encuentro. Sin embargo, Bolivia reaccionó de inmediato y tomó la delantera en le marcador después de cobrar la pena máxima; Erwin Saavedra fue el encargado de cobrar el penalti que aprobó el árbitro luego de recurrir al VAR para verificar la jugada que cometió Santiago Arzamendia con una mano dentro del área.
Sin embargo, ante varios remates así como pases profundos por parte de Paraguay en la puerta de Rubén Cordano, los comandados por Eduardo Berizzo no lograron concretar sus tiros y no pudieron igualar los cartones.
Posteriormente, todo parecía indicar que la albirroja conseguiría el empate luego de una jugada en la que el silbante dudo de marcar penalti. Una vez se analizó la jugada en el VAR después de que el arquero boliviano se fuera abajo sobre el delantero Gabriel Ávalos. Finalmente, el juez les negó el tiro desde los once pasos.
Durante el tiempo de compensación de los primeros 45 minutos, el combinado de Bolivia se quedó con 10 hombres en la cancha; el delantero Jaume Cuéllar recibió la segunda tarjeta amarilla, tras una jugada peligrosa que lo orilló a abandonar el terreno de juego y se fueron al descanso con el 0-1 momentáneo.
Tras varios minutos de tensión con el conjunto guaraní por no lograr el gol, Alejandro Romero centrocampista del Al-Taawoun de la Primera División de Arabia Saudita hizo lo propio y pusó el 1-1 al 62'.
Finalmente, tras arrancar el partido con un buen margen, con un hombre de más y un panorama más favorable, los guaraníes lograron finiquitar el partido con un 3-1, con un doblete de Ángel Romero.