Luego del primer Gran Premio de la temporada, además del dominio de Red Bull, el tema del momento es el escándalo que vive Christian Horner por las acusaciones que vive dentro de su escudería sobre un supuesto acoso sexual a una trabajadora de la empresa.
A pesar de que fue absuelto gracias a las investigaciones internas, minutos antes del GP de Baréin empezaron a llegar correos a los periodistas presentes con supuestas pruebas y evidencias en contra de Horner, lo que desató aún más la polémica sobre el dirigente de Red Bull.
Tras conseguir la pole en la clasificación Max Verstappen se reunió con el presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, quien charló con el piloto neerlandés y le pidió que expresara su apoyo hacia Christian Horner, pero el piloto de Red Bull se negó.
Mohammed ben Sulayem trató de que está petición no fuera grababa y se tapó los labios para evitar que estos fueran leídos, pero fueron los mismos fotografos que se encontraban a unos cuantos metros los que pudieron escuchar la conversación.