El plan de austeridad del Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, pone en riesgo la continuidad del Gran Premio de la Fórmula Uno en México.
Para renovar el contrato con la Federación Internacional del Automóvil (FIA) el próximo Gobierno Federal tendría que desembolsar 213 millones de dólares.
La actual administración federal sacó ese recurso del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM). Dicho financiamiento se obtiene de los derechos que pagan los turistas por visitar nuestro país, de acuerdo al Artículo 18-A de la Ley Federal de Derechos.
Sin embargo, López Obrador declaró en días pasados que el “impuesto turístico” (que son como siete mil millones de pesos al año) los utilizará para el Tren Maya en el sureste del país.
Aunado a esto, el próximo titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, confirmó la desaparición del Fideicomiso ProMéxico, a partir del 1 de diciembre, por lo que se cerrarán las 46 oficinas que tiene ese fideicomiso en el exterior, que ha generado alrededor del 40 por ciento de la inversión extranjera directa del país.
Tan sólo en las tres primeras ediciones del GP en el Autódromo Hermanos Rodríguez la presencia de la marca “México” derivó en mil 391 millones de pesos, colocándola como una de las marcas de mayor exposición mediática. Pero ahora las prioridades para el próximo sexenio son otras.
Para cumplir con sus promesas de campaña, AMLO recortará presupuestos de distintas dependencias para juntar los 500 mil millones que asegura se pierden en corrupción y 200 mil millones de reducciones al gasto corriente. Lo cual dejaría al Gran Premio de México fuera de las prioridades del próximo gobierno.
Una opción para mantener a la máxima categoría del automovilismo deportivo en el país es que la Iniciativa Privada asuma esa inversión más los 150 millones de dólares que aporta la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), que de acuerdo a Alejandro Soberón, presidente y director general de CIE, no es viable.
“La Fórmula Uno en el mundo es un proyecto de mercadotecnia de país, es un proyecto de país. Aún en EU con el potencial económico que tienen hay un apoyo y un estímulo muy relevante del Congreso para la carrera de Austin.
“Sería completamente inviable. Este es un proyecto de colaboración público-privado en donde cada uno debe aportar la parte que le corresponde”, aseguró Soberón al periodista de Grupo Fórmula, José Cárdenas.