Uno de los toros de la casta más brava que existe se ha resistido a ser domado por todo aquel que ha osado enfrentársele en el ruedo. Para eso llegó Checo Pérez, con la encomienda de dominar a ese salvaje animal en su versión RB16B, tarea a la que el propio piloto puso como plazo cinco carreras para concretarla. Es así que con el quinto Gran Premio a la vista con los paisajes del Principado de Mónaco como escenario, llegó la hora para que el mexicano cumpla su promesa.
Hasta el momento el saldo es positivo para el jalisciense, aunque no por eso es suficiente, dadas las expectativas creadas a su alrededor en Red Bull Racing. La sensación de haber podido hacer mucho más se ha vuelto una constante en cada una de las cuatro carreras previas luego de un quinto lugar en Bahrein, una undécima posición en Abu Dhabi; cuarta plaza obtenida en Portugal y otro quinto sitio en España.
Y bajo ese mismo tenor, haber obtenido el mejor crono en la primera práctica de Mónaco, pero luego caer dramáticamente al octavo lugar en los segundos ensayos, evidencian esa falta de consistencia en la que aún está inmerso el volante de 31 años. Pérez Mendoza fluía con quirúrgica destreza por el circuito callejero monegasco hasta dominar por completo la práctica 1 con el mejor tiempo de la parrilla con 1:12.487, pero para la segunda tanda registró 1:12.708 para tropezar hasta el octavo peldaño.
Su debacle se haría debido a modificaciones en el ajuste del monoplaza que realizó su equipo para la FP2, pero también al tráfico que encontró cuando salió a rodar con los neumáticos blandos que ofrecieron un mejor rendimiento a la mitad de la sesión vespertina. En tanto, la casa italiana de Ferrari aprovechó para marcar el ritmo en la segunda práctica con Charles Leclerc en la primera posición seguido por Carlos Sainz, siendo los únicos pilotos en el día que alcanzaron la barrera del minuto con 11 segundos.
Con 32 puntos cosechados, Checo es actualmente el sexto mejor piloto de la clasificación del Mundial, un lugar privilegiado y que la basta para superar a sus antecesores Pierre Gasly y Alex Albon, pero malo, de acuerdo a la lógica marcada por la capacidad de su auto, teóricamente el segundo mejor del campeonato, solo superado por los Mercedes, amplios dominadores de la época reciente en la máxima categoría. No hay plazo que no se cumpla y es momento para el tapatío de demostrar su valía.
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