Si Checo Pérez quiere ganarse su derecho de piso de una buena vez por todas en Red Bull, bien podría comenzar por mirarse en el espejo de Max Verstappen. El mexicano tiene la mejor cosecha de puntos para un piloto dos de Red Bull en las primeras cuatro fechas de las últimas cuatro temporadas, pero se quedó corto comparado con el neerlandés en 2017, cuando sumó 35 puntos, tres más que los 32 que acumula el jalisciense hasta este momento, siendo —además— que Mad Max en 2018 logró revertir un mal inicio para finalizar por encima de Daniel Ricciardo al punto de desterrarlo de Milton Keynes.
Y es que mucho se habló de que Pérez Mendoza tenía la encomienda de superar a sus antecesores para ayudar a Red Bull Racing a pelearle a Mercedes en el Campeonato Mundial de Constructores, algo que en el papel ha logrado al tener con sus 32 unidades al cabo de cuatro Grandes Premios, más de los 26 de Alex Albon y los 12 de Pierre Gasly a estas alturas de la temporada en 2020 y 2019, respectivamente. Incluso, la cosecha del azteca de 31 años es superior a esta altura que la de Verstappen en 2018 cuando tenía 18 unidades, aunque ese año, el tulipán finalizó cuarto en el campeonato con 247 puntos.
Incluso, en 2017 también como piloto dos del equipo austriaco, Mad Max al cabo de las primeras cuatro competencias hilvanó 35 puntos, cifra que deja atrás la actual cosecha de Pérez Mendoza. Es así que aunque se encuentra en plena curva de adaptación a su nueva escudería, el de Guadalajara, Jalisco, tiene en su actual coequipero al ejemplo a seguir para llenar las expectativas generadas a su llegada al equipo de las bebidas energéticas para irrumpir con la tradición de nutrir sus asientos con pilotos surgidos de su academia.
Sobre todo, porque en el estado del campeonato en la Fórmula 1, actualmente hay una brecha enorme entre los dos pilotos de Red Bull, con Verstappen en segunda posición con 80 puntos, 14 menos que el líder y rival a vencer Lewis Hamilton y Pérez en la sexta casilla con solo 32 unidades, 48 menos que su compañero. La presión comenzará a ser factor si Checo no cumple en el plazo que él mismo prometió, cuando respondió que necesitaría de cinco carreras para adaptarse por completo al RB16B, un toro difícil de domar al que Pérez está obligado a domesticar lo más pronto posible para trascender como siempre soñó.
