El Gran Premio de Gran Bretaña inició con un terrible accidente del chino Guanyu Zhou de Alfa Romeo, pues salió hacia la graba y terminó por estamparse en la maya que divide con la grada, un accidente visualmente brutal y en el que la escudería informó que el piloto se encuentra consciente y fuera de peligro.
“Tras un accidente al comienzo del Gran Premio de Gran Bretaña, Guanyu Zhou está consciente y ahora se encuentra en el centro médico del circuito para someterse a una evolución”, dijo el equipo varios minutos después del accidente.
Fue en la largada que Zhou fue superado un par de monoplazas, quedó por delante de George Russel de Mercedes y tras un choque de Yuki Tsunoda sobre Russel, que impactó al chino, el monoplaza de Alfa Romero se volcó varios metros y de cabeza hasta estamparse con la barrera de seguridad.
Pero fue el halo de su auto que evitó una vez más, que fuera un accidente fatal y salvó la vida de Guanyu Zhou.
El halo es un sistema de seguridad que se coloca en el cockpit y que rodea la cabeza del piloto. Es un semicírculo que tiene el principal objetivo de proteger al conductor.
Es de titanio y pesa cerca de 9 kilos, lo que equivale a 20 libras y es de un material que resiste y reconduce las fuerzas de un potencial impacto hacia los laterales del monoplaza.