La Práctica 1 del Gran Premio de Las Vegas se vio afectada por un problema con las alcantarillas dentro del circuito callejero, las cuales, con la succión de los monoplazas de Fórmula 1, se levantaban y generaban peligro para los 20 pilotos de la parrilla. Sin embargo, el único que estuvo latente a ese riesgo y se 'salvó fue el experimentado elemento de Aston Martin, Fernando Alonso.
Durante los primeros minutos de las Prácticas Libres 1, una situación de riesgo se presentó en la recta del circuito. Un panel electrónico mostraba una bandera amarilla, alertando sobre posibles peligros en la pista.
A más de 300 km/h, Alonso recibió la advertencia por radio y, con agilidad, identificó una tapa de alcantarilla mal posicionada. Sin titubear, realizó un volantazo seco para evitar el impacto.
El incidente no solo involucró a Alonso, ya que la misma alcantarilla causó considerables daños a los coches de Carlos Sainz y Esteban Ocon.
La primera sesión de libres se vio afectada y tuvo que ser cancelada debido a los estragos causados por la tapa mal fijada. En particular, Sainz sufrió un fuerte impacto en el suelo de su coche al llegar al punto donde Alonso había esquivado hábilmente el peligro.