Bajarse de un auto para subirse a otro. En otro de los pasajes sui generis del Gran Premio de Las Vegas, Max Verstappen, Charles Leclerc y Sergio Pérez, pilotos ganadores del podio, tuvieron que trasladarse en coche a las entrevistas tras la carrera.
Los organizadores de la carrera en la Ciudad del Pecado decidieron que las comparecencias posteriores a la competencia fueran frente a las fuentes del Hotel Bellagio, un símbolo de la capital del juego, pero el podio más cercano a la pista.
Por ello, el neerlandés, el monegasco y el mexicano tuvieron que ir en automóvil de ida y regreso para no perder tiempo entre las entrevistas y la premiación. Incluso Verstappen bromeó y dijo que iban a "un club nocturno".
Este episodio se une a varios más que despertaron las quejas de Max Verstappen, quien desde la presentación llena de luces y música al estilo de Las Vegas lanzó una frase que quedará para la historia del serial: "Me sentí como un payaso".