Que retiemble en sus centros el Autódromo Hermanos Rodríguez. Sergio Pérez lo quiere, la gente lo sueña y el domingo puede ser posible: la primera victoria de un piloto mexicano en el Gran Premio de México. Pero tal y como ha sido la temporada 2023 de la Fórmula Uno para el #11, la misión no será fácil, aunque ahora un país entero correrá a su lado.
Checo ha ido contra vientos y mareas salidos desde su propia escudería, Red Bull, pero fiel al lema que lo define: nunca se rinde. Pese a iniciar el año como serio contendiente al título e incluso quedarse a unas cuantas vueltas del liderato en el Mundial de Pilotos, el tapatío cayó en un bache del que le ha costado salir.
Pero la cosecha que logró con el RB19 lo tienen a la puerta del Subcampeonato, sueño compartido con RBR, equipo que nunca en su historia ha hecho el 1-2 de volantes y hoy apuesta, de momento, todo por el tapatío.
Luego de 19 carreras, Sergio tiene una ventaja de 39 puntos sobre el siete veces campeón del mundo, Lewis Hamilton, y México tiene que ser el punto de partida para avanzar tranquilo hacia el objetivo.
"Perdimos la dirección durante varias carreras, pero trabajamos desde la fábrica, en el simulador, y contuvimos el mal momento", comentó el tapatío este jueves durante la conferencia de prensa.
Como bien lo ha dicho Sergio, correr aquí es más especial que ninguna otra fecha y para este 2023 será aún más especial. De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Turismo (Sectur), se espera que este fin de semana se rompa el récord del GP tricolor cuando 400 mil personas se den cita en el Hermanos Rodríguez y no hay duda, todos irán a una sola voz: "¡Checo, Checo, Checo!".
A partir de este viernes todos somos Pérez, todos tenemos un objetivo, escuchar el himno más hermoso del mundo y ver la bandera tricolor ondear en lo más alto. Sergio va con todo y con todos.
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