La parrilla de pilotos del Gran Premio de Australia 2015 tenía en uno de sus cajones a un menor de escasos 17 años y 166 días, que aquel día se convertiría en el piloto más joven en competir en la Fórmula 1. Desde entonces, Max Verstappen ya daba alarmantes avisos de que se convertiría pronto en un temible competidor, pero nadie se habría imaginado que en tan solo seis temporadas se convertiría en un inclemente verdugo de coequiperos que a partir de 2021 será la más grande amenaza de Checo Pérez.
El neerlandés de 23 años irrumpió en la máxima categoría del automovilismo mundial con la etiqueta de ser un joven maravilla tocado por los dioses del deporte motor. Y vaya que lo ha demostrado, al haber cosechado 10 triunfos y 42 podios en el lapso de seis campañas; pero no solo eso, pues ha hecho morder el polvo a cada uno de los cuatro compañeros con los que ha compartido equipo.
Primero, ganándole la contienda a Carlos Sainz en la satelital escudería de Toro Rosso para hacerse merecedor de un asiento en Red Bull y luego eclipsar al piloto principal del equipo de las bebidas energéticas de ese entonces, Daniel Ricciardo hasta marginarlo de Milton Keynes con destino a Renault. Y desde que el australiano se fue, todo ha sido pan comido para el nacido en Hasselt, Bélgica pero con pasaporte de Países Bajos, al echar por la borda a Pierre Gasly y Alex Albon, cada uno en tan solo una temporada.
Ante el tailandés la temporada pasada, tan solo en las calificaciones, Max lo superó al quedar 17 veces por delante suyo. Verstappen hizo un pole —en el GP de Abu Dabi— pero demostró su regularidad al entrar siempre en la Q3, mientras que Albon únicamente obtuvo su pase en 14 ocasiones. En tanto, en lo verdaderamente importante, como son las carreras también hubo dominio de 'Mad Max'.
El neerlandés obtuvo dos victorias —en el GP del 70 Aniversario y el GP de Abu Dabi—; terminó 12 carreras y 11 fueron podios luego de sufrir cuatro abandonos, números que arrollan las paupérrimas cifras de Albon, quien pese a tener un solo abandono, solo logró subir al podio en dos ocasiones. Verstappen finalizó tercero en el Mundial de Pilotos con 214 puntos, mientras que Alex acabó séptimo con 105 unidades con una diferencia abismal entre ambos de 109 puntos.
Es así que el mexicano deberá poner especial atención en el seno de su propio equipo más allá de que la encomienda es el asalto al trono de Mercedes. Pues si no quiere ser una víctima más del implacable Verstappen —toda vez que el tapatío tiene un solo año de contrato con Red Bull—tendrá que al menos plantarle cara como solo pudo hacer en algún momento Ricciardo y cuando Max era un adolescente.
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