La Fórmula 1 visitó por primera vez en este 2024 el continente europeo y comenzaron los problemas para Sergio 'Checo' Pérez. Por primera vez en el año, el mexicano no pudo pasar a la Q3 y aunque logró remontar tres posiciones para sumar puntos en el Gran Premio de Emilia-Romagna, tuvo una de sus peores carreras hasta ahora.
El piloto de Red Bull superó a Daniel Ricciardo en el arranque, pero luego de las entradas de Nico Hulkenberg y Yuki Tsunoda a boxes, no pudo alcanzar a los Mercedes e incluso se alejó de Lewis Hamilton después de salirse en la Curva Rivazza. "Creo que nos perjudicó; estaba jugando con el balance".
"Tenía degradación y agarre de atrás con el neumático duro, pero no tenía tampoco ese agarre en la parte delantera. Todo iba caliente", declaró Pérez Mendoza sobre su despite en la Vuelta 18. Sin embargo, fue autocrítico y reconoció que su mayor falla estuvo desde la clasificación.
Largar en la P11 obligó al tapatío y a Red Bull apostar por una estrategia distinta al resto de los pilotos, que en las primeras diez posiciones salieron con neumático medio. "Sabíamos que sería difícil con el neumático duro y soñábamos con un Safety Car para regresar a la pelea".
"Todo nos llevaba a la misma posición, quizá con esto hubiéramos estado más cerca de los Mercedes, pero creo que es una pista donde no se puede pasar, una pista donde el seguir es complicado. No había mucho por hacer y todo se arruinó con la mala calificación", y por último celebró que, con su entrada en pits, ayudó un poco a Max Verstappen, pues retrasó aunque fuera unos segundos a Lando Norris.
"Fue bueno que al final, sin pensarlo, en la salida quedé cerca de Lando, lo pude detener un poco y creo que terminaron muy juntos al final. No fuimos tan competitivos, pero debemos mantener el trabajo y el momento en el equipo", finalizó.