A las 6:40 del domingo 1º de mayo de 1994 terminaba el capítulo más negro en la historia de la Fórmula 1: el Gran Premio de San Marino, en el que dos pilotos perdieron la vida, entre ellos el brasileño Ayrton Senna.
La tragedia dio sus primeros avisos desde las prácticas libres. El también brasileño Rubens Barrichello salió sin control de la chicana 'Variante Bassa' y se estrelló con el muro de contención a más de 225 K/H luego de que su Jordan 194 se levantara del asfalto y 'volara' hasta chocar.
Barrichello estuvo muerto por más de cinco minutos, pero no tuvo problemas para recuperarse de una dislocación de costilla y nariz rota e incluso corrió el siguiente compromiso, en Mónaco, aunque de nuevo no pudo acabar por una falla eléctrica y salió en la vuelta 27.
Para la calificación, la sensación ya era de extrañeza en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, de Emilia-Romagna. Sin embargo, la sesión se corrió, dejando como resultado la muerte del austriaco Roland Ratzenberger
El piloto de Simtek no pudo controlar su S941 tras rozar un borde en la chicana 'Acqua Minerale' y tras zigzaguear el auto perdió el alerón de enfrente, lo que no permitió que Ratzenberger pudiera tomar una curva de manera normal, impactándose con los neumáticos de contención y perdiendo la vida al instante tras el choque a 320 K/H.
Con la sombra de los dos accidentes, varios pilotos se cuestionaron si correr el domingo sería una buena idea, entre ellos Ayrton Senna, pero todo siguió conforme al plan y ese 1º de mayo de 1994 el GP de San Marino tuvo banderas verdes.
Apenas se habían corrido siete giros, cuando el brasileño tomó la maldita curva Tamburello, a más de 300 K/H, pero su Williams FW16 no respondió y se estrelló directo con el muro, sin seguridad y hecho totalmente de hormigón.
El auto perdió de inmediato, perdiendo el neumático delantero derecho y gran parte del chasis. Senna dio una luz de esperanza cuando movió un poco la cabeza tras el impacto, pero a partir de ese momento perdió el conocimiento.
Además del choque que le provocó diversas fracturas en el craneo, una parte del volante penetró el casco del brasileño, provocándole un trauma en la cabeza y en el ojo. Entre los primeros auxilios que se le realizaron a Senna estuvo una traqueotomía; posteriormente fue trasladado al Hospital Maggiore en helicóptero.