A fines de agosto o comienzos de septiembre de cada año, la localidad argentina de San Martín de los Andes vive una nueva edición del Tetratlón de Chapelco. Una prueba multidisciplinaria que es reconocida como una de las más exigentes en todo el mundo.
El 3 de septiembre de 1987 se corrió la primera edición, desde entonces tuvo las características que le dieron prestigio: un trazado muy duro en medio de un marco natural.
En el desarrollo de este duro desafío, el escenario cobra importancia. El cordón montañoso del cerro Chapelco, con sus pistas inmejorables, los bosques nativos y el espejo de agua del lago Lácar, da vida a la competición.
Durante el evento se recorren primero los 17.6 kilómetros del esquí con gran velocidad sobre la nieve, en la que hay que tener un esfuerzo constante por las complicaciones de la superficie.
El siguiente obstáculo se presenta durante el running con 22 kilómetros de recorrido sobre senderos de montaña, barro, agua, cuestas y empinadas picadas que terminaran en la ciudad de San Martín de los Andes.
La aventura continúa a bordo de los kayaks desde la costa del lago Lácar por 15 kilómetros más. Olas, frío, viento y el cansancio se combinan en un escenario a prueba de voluntades.
Por último, los 42 kilómetros de bicicleta en caminos de montaña marcan el tiempo de llegada.
Los circuitos cambian en cada edición de acuerdo al estado de nieve, caminos y superficie del agua, lo que hace de esto un atractivo más, ya que ninguna prueba será idéntica a otra.
La competencia ha sido disputada en sus más de 25 años de existencia por deportistas de 13 años de edad en adelante, ya sea por equipos o en solitario, dentro de las ramas femenil y varonil.
La prueba vive grandes emociones, ya sea por los participantes o el mismo público que se congrega para presenciar esta competencia, que cuenta con la participación de atletas de todos los rincones del mundo.