Rudeza y musculatura, poder y ferocidad, rivalidad sin compasión, son los ingredientes fundamentales en la UFC, por fortuna, en el lado femenino del octágono, la belleza y sensualidad son condimentos que se agregan y qué mejor si dos de las figuras, Miesha Tate y Holly Holm, lo demuestran incluso en el entrenamiento.
Holly Holm no es la típica campeona arrogante, desafiante u obligada a toda costa a defender su cetro. La peleadora que saltó a la fama tras propinarle su primera derrota a Ronda Rousey mostró una cara bastante amigable durante los entrenamientos abiertos previo a UFC 196.
La actual campeona de peso Gallo tuvo una sesión de entrenamientos bastante relajada en la que tuvo tiempo de subir a una niña al estrado del Jabbawockeez Theater del MGM en Las Vegas, Nevada, para realizar unos breves pasos de baile, y mandar besos al público.
Su rival en turno es la también carismática Miesha Tate, peleadores que busca propinarle su primera derrota a Holm dentro del MMA. Conocida como ‘Cupcake’, su belleza es todo, menos un dulce empalagoso.