Abraham Levy tuvo el sueño de atravesar el océano Atlántico a bordo de su embarcación Cascarita', emulando el recorrido que siguió Cristóbal Colón, pero esa aventura lo ha llevado a vivir emociones que nunca se imaginó y que lo han puesto en contacto cercano con la muerte.
Hoy cumple 117 días desde que partió del Puerto de Palos, en Huelva, España, se encuentra cada vez más cerca de llegar a Cancún, pero la tarea no ha sido nada fácil.
"Hay días buenos y días malos, pero un día especialmente malo fue para Navidad, tuve la peor tormenta en la que jamás he estado en mi vida, y el mayor momento de miedo que he sufrido jamás", relató Levy desde su embarcación a RÉCORD.
Aquellos días, Levy se tuvo que enfrentar a una baja presión que lo mantuvo atrapado en la cabina de su embarcación en medio de una tormenta que provocó olas de más de siete metros de altura.
"Consideras que estás a miles de kilómetros de un ser humano, no hay nadie que te pueda brindar ayuda, si acabas en el agua, si algo le pasa a tu embarcación, te da esa sensación de vulnerabilidad que es muy palpable en una situación así".
Cascarita' estaba preparada para afrontar algo así; sin embargo, Levy aseguró que nada lo puede preparar mentalmente para vivir una situación de la que no sabía si saldría con vida.
En esas horas, todo lo que pudo hacer fue amarrarse en el interior de su embarcación y esperar que todo pasara.
"Sí pude hablar por teléfono, llamé a mi casa y pude contar lo que estaba viviendo; no imagino lo duro que fue para ellos escucharme llorando a mitad del océano diciéndoles que estaba en el peor momento de mi vida y que se había metido el agua y que estaba todo empapado adentro. Poder contarles fue como se hizo un poco más llevadero".
Pero como dice el refrán, tras la tormenta llegó el momento de la calma, un momento que el mexicano nacido en Colima atesorará para toda la vida.
"Después de la tormenta sientes una felicidad inmensa, además, había un día precioso, era una tarde limpia se veían los colores de azul en el horizonte que no había visto ningún otro día. Después de eso dices: caray, cómo cambian las cosas, cómo en la vida puede estar todo de cabeza, literalmente, y luego ser algo tan fantástico'", afirmó el navegante mexicano.
