Ucrania e Irlanda del Norte se medían en el Parc Olympique Lyonnais en medio de un torrencial aguacero que iría incrementando su intensidad con el pasar de los minutos.
Con el marcador 1 a 0 a favor de Irlanda del Norte, producto de un gol convertido por McAuley, el partido tuvo que ser suspendido por algunos minutos.
A la altura del minuto 58, la lluvia intensa se convirtió en una granizada descomunal; por lo que el árbitro principal Kralovec, oriundo de la República Checa, decidió mandar al túnel de los vestidores a ambas selecciones.
La demora solamente se sostuvo por un par de minutos ya que la granizada cesó y los dos equipos volvieron al terreno de juego para reanudar el cotejo, que terminó 2-0 a favor de Irlanda del Norte.