"Esta Final fue la más difícil que hemos tenido", expresó Ali 'Seiya' Bracamontes con cierto alivio y mucho orgullo, luego de que Rainbow7 derrotara 3-1 a Infinity Esports por el título de la Liga Latinoamérica Norte de League of Legends.
El carrilero central del ahora 10 veces campeón de la LLN —primera defendiendo el nuevo nombre— sabía que por un momento hubo cierto temor entre los aficionados de que por fin alguien los destronara. No era para menos, pues los del Infinito los hicieron sufrir de más y, por primera ocasión en la historia, les ganaron una partida en una serie al mejor de cinco.
Sin embargo la escuadra arcoíris sacó a relucir su casta de campeón tras el descalabro y, con una gran adaptación y aprovechando su vasta experiencia, arrolló a Infinity en las siguientes tres partidas, obteniendo el boleto al torneo internacional Mid-Season Invitational 2018 en Alemania.
Desde que nació la escena profesional, ningún otro equipo ha levantado el trofeo del máximo circuito de LoL en Latinoamérica Norte, mientras que el propio Seiya es el único que ha estado presente en todos los títulos del otrora Lyon Gaming. Ahora, defendiendo a R7 tras el cambio de nombre, el jugador mexicano demostró por qué sigue siendo el titán de la LLN y se convirtió en la gran figura de la remontada, convirtiéndose en el MVP de las tres partidas ganadas.
El arranque de la Gran Final disputada en los Quarry Studios, al sur de la Ciudad de México, fue una gran sorpresa para todos. Infinity Esports saltó a la Grieta del invocador con una buena composición y aprovechó la superioridad sobre la de Rainbow7 en todo momento, supo manejar el mapa hasta que destruyeron el nexo rival de forma contundente.
La afición enloqueció con vítores hacia Cotopaco, quien había maniatado a Seiya y fue la estrella de esta victoria. Pero entonces reaccionó el multicampeón y, con un mejor draft de campeones, fue escalando poco a poco en la segunda partida; no hubo respuesta por parte de lo adversarios, que simplemente vieron cómo el marcador se empataba 1-1.
Para la tercera partida, Infinity dio atisbos de querer recuperar la ventaja en la serie, aunque la superioridad de R7 se notó desde el principio; aun así, vendieron cara la derrota y evitaron en diversas ocasiones la caída de su base, hasta que Seiya aprovechó una pelea de equipos para mandarse él solo al nexo enemigo y realizar un épico 'backdoor' para el 2-1 a favor de su equipo.
No hubo más para Infinity Esports. La adaptación y experiencia de Rainbow7, acostumbrados a disputar 'Bo5', se notó otra vez en la cuarta partida. Jirall, Oddie, Seiya, Zeicro —que entró de cambio por Manu a partir de la segunda partida— y Genthix volvieron a dar una gran exhibición para firmar el anhelado décimo título al hilo.