El auge de los eSports es más notorio que nunca. Cada día son más las personas que se ven atraídas por ver una partida de sus videojuegos favoritos y conocer la escena de los distintos títulos que existen.
Sin embargo, los deportes electrónicos no son algo que se pueda observar de forma presencial en una cancha o estadio, a menos que sea un encuentro muy importante. Por ello, los aficionados y jugadores recurrieron a una herramienta en línea para promover la pasión de los eSports: Twitch, surgida de la extinta página de streams en línea, Justin TV.
"Es una plataforma de transmisión, pero también es una red social, pues la gente puede 'chatear', abrir grupos, tener comunidades. El streamer y la comunidad pueden relacionarse, y eso hace que se genere un sentido de pertenencia", precisó Ignacio 'Argie' Estanga, jefe de relaciones en Twitch Latinoamérica.
"En 2010, cuando comienza la 'golden age' de los eSports con el crecimiento de League of Legends, la misma comunidad eligió a Twitch como la plataforma para mirar los torneos internacionales, por el valor de no solamente tener el stream sino también el chat para interactuar con el jugador al que estaban viendo y con otras personas que tenían el mismo interés", abundó.
En charla con RÉCORD, Argie aceptó que la intención de la plataforma no fue impulsar este mundo, sino que simplemente se dio de forma natural, ya que los propios jugadores querían un sitio que fuera específico para ver partidas y, con el tiempo, el vínculo entre fans y pro gamers se volvió inquebrantable.
"La parte más exitosa eran los videojuegos, así que decidieron hacer Justin Gaming; eventualmente creció más y Twitch pasó a ser completamente de videojuegos, tras separarse de Justin. Lo mejor fue que los viewers, al mirar a sus ídolos, empezaron a desear ser como ellos y, gracias a la interacción entre la propia comunidad, crece el alcance de los eSports", enfatizó.