Militantes de ISIS decapitaron a cuatro futbolistas sirios tras ser acusados de ser espías a favor de los rebeldes Kurdos.
Además, la ejecución también fue ejecutada porque los líderes religiosos de ISIS aseguran que apoyar el futbol es anti-islámico.
Los jugadores eran parte del equipo Al-Shabab y su ejecución se realizó en frente de varios niños.