El exjugador de los Indianapolis Colts y actual presentador de ESPN, Pat McAfee, se robó la atención durante el último juego de la temporada regular. En un lujoso palco, McAfee, vestido con un chaleco azul de los Colts, fue captado firmando autógrafos para fanáticos, demostrando su conexión con la afición.
Sin embargo, la semana de McAfee estuvo lejos de ser tranquila. La controversia surgió en su programa cuando el invitado, Aaron Rodgers, hizo comentarios que generaron críticas en las redes sociales. La audiencia cuestiona la decisión de ESPN de contratar a McAfee, especialmente en medio de recortes de personal.
Rodgers, durante la semana, sugirió que el comediante Jimmy Kimmel podría tener vínculos con Jeffrey Epstein. Aunque Kimmel no estaba en la lista mencionada, expresó su molestia. ESPN, en silencio inicialmente, emitió una declaración posterior, calificando las afirmaciones como "una broma tonta e incorrecta sobre Kimmel".
En su programa, McAfee abordó la situación y, sintiendo presiones y controversias, acusó al ejecutivo de ESPN, Norby Williamson, de intentar sabotear su programa. A pesar de la falta de pruebas concretas, McAfee expresó sus sospechas y cuestionó la integridad del proceso.
ESPN respondió intentando calmar la situación, destacando la importancia de Williamson para la empresa. En medio de la atención pública y las tensiones internas, la red busca equilibrar la lealtad hacia su exitoso programa "Pat McAfee Show" y la gestión de las críticas y acusaciones que lo rodean.