El duelo entre los Leones de Yucatán y los Guerreros de Oaxaca tuvo un protagonista inesperado, luego de que un perro apareciera para interrumpir durante el juego, el cual fue fundamental para distraer al equipo oaxaqueño y que los felinos lograran el empate en la pozarra.
Se jugaba la tercera entrada en su parte baja y los de Oaxaca derrotaban a los yucatecos por 1-0; sin embargo, cuando el juego se reanudó tras la pausa canina, los yucatecos lograron igualar el encuentro, empate que llevó el juego a extrainnings más adelante.
A pesar de que el perrito sirvió de amuleto para los yucatecos en ese momento, los melenudos terminaron perdiendo el encuentro por 5-3 en 11 entradas.
Al final, ante la publicación de la LMB del momento canino, algunos aficionados pidieron a la franquicia yucateca, actual campeona de LMB, que adoptaran al perrito como mascota.