Kenneth Broissin sólo pudo estar una semana en Exatlón México y asegura que a pesar del corto tiempo, valió la pena participar en la competencia. El veracruzano lleva ocho años practicando parkour y formó parte del equipo azul.
“Era mi sueño entrar, me encantaban los circuitos, los veía como un juego y no como una competencia, no sabía cómo era el impacto hacía mi de estar incomunicado, no sabía todo lo que iba a conocer, un día se hacía eterno, valorabas mucho la cosas, lo tomé como un aprendizaje”.
El deportista pasó momentos difíciles y no siempre contó con el apoyo de los integrantes del equipo azul, a pesar de esto, al atleta le gustaría estar de nueva cuenta en el certamen.
“Me hubiera encantado estar más de una semana, pero valió la pena enormemente, me encantó, si me preguntan si quiero volver, digo que sí, no lo pienso, aviento mis celulares y me desconecto del mundo”.
El deportista cuenta que los problemas entre los integrantes del equipo azul siguen latentes, es una pena que hasta el día de hoy no puedan hacer a un lado sus diferencias personales. Esto puede seguir afectando y evitará que el equipo pueda continuar con buenos resultados en Exatlón.
“Entré a una familia disfuncional, algunos no se aceptaban, no podían convivir con otros, había grupos, había separaciones, no eran honestos, pero estoy segurisimo que si pueden unirse sólo tienen que dejar sus diferencias a un lado”.
Broissin está agradecido con el apoyo de la gente y no quiere alejarse, buscará una oportunidad para seguir dentro de la televisora del Ajusco.
“No me esperaba tanto apoyo de la gente, se me abrieron muchas puertas, seguiré en la gimnasia, me gusta el ambiente de la familia Azteca y quisiera meterme, prepararme y aprovechar cualquier oportunidad que salga”.
