En el mundo del futbol no todo es cuestión de jugadas, ni de resultados, sino también de los nombres con el que los futbolistas fueron bautizados.
Varios futbolistas han tenido que ser apodados por lo difícil que es pronunciar sus apellidos o por la única razón de no mencionar cada uno de éstos.
Uno de los casos más destacados, es el del elemento del Borussia Dortmund, Pierre-Emerick Aubameyang; narradores, entrenadores y compañeros de su equipo han sufrido con la pronunciación de su apellido.
El camerunés Benoît Pierre David Assou-Ekotto, quien es mejor conocido como Benoît Assou-Ekotto, es otro de los que tiene un nombre impronunciable, por lo que el camerunés prefiere abreviar su segundo apelativo.
Un jugador, cuyo nombre apenas cabía en la playera de su equipo, era el del Jan Vennegoor of Hesselink, delantero holandés ya retirado, quien vivió sus mejores momentos en el Celtic de Escocia.
Quizás uno de los futbolistas más desconocidos en el ámbito mundial, pero que ha causado revuelo por su apelativo largo e impronunciable, es el portero de la selección de Tailandia, Sinthaweechai Hathairattanakool, quien literalmente tiene uno de los nombres más largos y difíciles del futbol.