Es bien conocido que el “choque de puños” en el boxeo es un gesto de competitividad deportiva, donde los dos contrincantes reanudan las actividades en el ring.
No obstante, el pugilista Rubén Torres tiene una visión totalmente distinta, pues aprovechó el momento de baja guardia para conectar un fuerte golpe a su rival.
Cristián Báez, el segundo deportista en esta anécdota, cayó totalmente rendido, pues el puñetazo entró seco a su rostro.
Torres alcanzó a saludar a Báez, pero se acostumbra a reacomodarse a lo largo del cuadrilátero antes de volver al combate.
Sin embargo, tras el gesto Torres consideró que era suficiente diplomacia y noqueó a su rival mientras éste se encontraba reincorporándose.
Aunque pareciera una actitud antideportiva, el referí en cuestión no lo consideró así, ya que entraba en los límites de los reglamentos.
“Esto es boxeo y los peleadores como yo siempre estamos al ataque”, repuso Rubén Torres en la entrevista posterior a la justa.