Para nadie es secreto que el Metro, día con día es un auténtico dolor de cabeza para millones de usuarios, debido al caos representa el ascenso y descenso de pasajeros, situación que se busca cambiar, al menos en la estación Balderas, donde la gente hace filas para abordar.
Todo forma parte de un "experimento" del IIMAS (Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas), que intenta agilizar el tránsito en el Sistema de Transporte Colectivo.
Los usuarios que buscan subir al tren deben ocupar una zona señalizada y dejar libre el espacio en el que quedan las puertas libres, para evitar la lucha entre las personas que necesitan bajar y las que quieren subir.
Este programa piloto está en funcionamiento desde el 4 de diciembre y por el momento sólo en la estación Balderas, de la línea 1.