Dos semanas después de que el huracán ‘María’ devastó a Puerto Rico, el presidente de EU, Donald Trump, llegó a la isla caribeña y se mostró arrogante sobre la ayuda ofrecida por Washington, además de minimizar la tragedia que dejó 16 muertos, la cual aumentó ya a 36.
Ante el gobernador puertorriqueño, Ricardo Rosselló, el mandatario estadounidense reprochó el enorme costo que implica la misión de rescate de la isla, tras el paso del devastador meteoro. Además, Trump comparó la situación de Puerto Rico con la vivida por EU con el huracán ‘Katrina’, aseverando que lo que pasó en la isla no era una ‘verdadera catástrofe’.
En su primer acto en San Juan, la capital puertorriqueña, Trump presumió la labor de su jefe de manejo de emergencia, de la secretaria interina de Seguridad Nacional, de su asesor especial y del general a cargo de la asistencia.
Legisladores demócratas y artistas puertorriqueños criticaron la ‘lenta respuesta’ del gobierno federal, para atender a los damnificados en la isla.
“Él (Trump) viene a un show mediático. Después de dos semanas es que se presenta”, dijo la jubilada Sonia Santiago.