De visita en México, uno de los sobrevivientes del accidente aéreo de Los Andes en 1972 contó varias anécdotas sobre lo que pasó aquellos días, situaciones que sobrepasan por mucho lo que quedó grabado en la película de Netflix, 'La Sociedad de la Nieve'.
Carlos Páez, mejor conocido como Carlitos, se califica como “un junior que no servía para nada” cuando pasó el accidente, por lo que pasar hambre y sed fue lo más difícil que pasó en la cordillera de Los Andes, sin embargo, reconoció que comerse los cuerpos de los otros pasajeros que ya habían fallecido, fue la única forma de sobrevivir.
Sobrevivieron gracias a que comieron los cuerpos de los pasajeros muertos
“Venía de una vida cómoda, sin frío. Para mí la cordillera fue una buena cosa, me enseñó que servía para algo, que podía aportar a los demás, fue un renacer. Si me preguntas si me volvería a subir al avión, te contesto que sí.
“No es la misma hambre que tienes ahora de un sándwich. Es un hambre diferente, te empieza a doler el estómago, te empiezas a autodigerir, el cuerpo usa las reservas que tienes (por ello, la orina era color negro). El hambre... no te queda más remedio que utilizar a los muertos, ¿alguno de ustedes no lo hubieran hecho? Todos dicen que sí. Es el derecho a la vida. Si me volviera a pasar no espero 10 días”, declaró en entrevista con Azucena Uresti.
Carlitos recordó que fue Nando Parrado quien lo animó a alimentarse de los muertos, cuando le dijo “Carlitos, yo me como al piloto. La decisión fue fácil. Hicimos un pacto solemne que si alguno moría quedaba a disposición de los demás”, agregó Carlitos, para luego señalar que “la decisión de alimentarnos de nuestros compañeros muertos nos abrió la posibilidad de pensar en salir de Los Andes”.
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