El largo y a veces enconado divorcio entre Gran Bretaña y la Unión Europea terminó este jueves con una ruptura económica que deja a la UE más pequeña y al Reino Unido más libre, pero más aislado en un mundo turbulento.
Reino Unido abandonó el vasto mercado único europeo a las 11 p.m., hora de Londres, o medianoche en Bruselas, completando así el mayor cambio económico individual que el país ha experimentado desde la Segunda Guerra Mundial. Un nuevo acuerdo comercial entre el Reino Unido y la UE traerá sus propias restricciones y burocracia, pero para los partidarios británicos del Brexit, el nuevo acuerdo significa recuperar la independencia nacional.
El primer ministro Boris Johnson, cuyo apoyo al Brexit ayudó a sacar al país de la UE, dijo que era “un momento increíble para este país”.
“Tenemos nuestra libertad en nuestras manos, y depende de nosotros aprovecharla al máximo”, dijo en un mensaje de Año Nuevo en video.
La ruptura llega 11 meses después de un Brexit político que dejó a ambos lados en el limbo con un período de transición, como una pareja separada que sigue viviendo junta, discutiendo y preguntándose si pueden seguir siendo amigos. Ahora el Reino Unido finalmente se ha mudado.
Fue un día que algunos habían estado anhelando y otros habían temido desde que Gran Bretaña aprobó en un referéndum de 2016 abandonar la UE, pero tuvo poco de clímax. Las medidas de encierro del Reino Unido para frenar los contagios de coronavirus redujeron las reuniones masivas para celebrar o lamentar el momento, aunque la enorme campana del Parlamento, el Big Ben, sonó 11 veces por hora mientras se preparaba para repicar en el nuevo año a medianoche.
Un acuerdo de libre comercio sellado en Nochebuena tras meses de tensas negociaciones asegura que Gran Bretaña y las 27 naciones de la UE puedan seguir comprando y vendiendo bienes sin aranceles ni cuotas. Esto debería ayudar a proteger los 660 mil millones de libras de comercio anual entre ambas partes, y los cientos de miles de empleos que dependen de él.