La nueva ley de residuos sólidos, así como los cambios en el Artículo 227 Bis del Código Penal en materia de recolección de residuos, no beneficiarían a los pepenadores que trabajan en diferentes zonas de la CDMX, pues les complicaría realizar su labor, por la separación de basura que ya realizan los recolectores delegacionales y posibles multas.
“Ya no se puede vivir de la pepena, solamente ganamos entre 700 y 800 pesos a la semana, lo cual no alcanza porque las familias necesitan comer, vestir e ir a la escuela; los recolectores cada día acaparan más el mercado de la basura y ya no nos llega nada cuando vamos a los basureros, donde anteriormente revendíamos zapatos u otros objetos que aún sirven”, argumentó Benito Téllez Chimal, vocero de los pepenadores capitalinos.
Por otra parte, aseguró que las autoridades no se han acercado con ellos, para darles a conocer el nuevo método de trabajo y la puesta en marcha de la separación de residuos que entró en vigor el sábado.
En días pasados, Francisco Uriostegui Pineda, presidente de la Confederación Nacional de Industriales de Metales y Recicladores, alertó sobre las posibles penas contra el gremio, tales como multas que irían de los 37 mil hasta los 150 mil pesos o cuatro años de cárcel.
Aunado a esto, tendrán que registrarse ante la Oficina de Regulación Ambiental, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), para no ser acreedores a sanciones, recalcó Pedro Miranda, titular del área de Comunicación Social; sin embargo, aún no se definen dichas multas.
Mientras llegan o no las sanciones, el pan escasea en la mesa de los pepenadores: “ya no dejan nada para vender, y con eso de que quieren que ya no haya basura en la ciudad, nos van a dejar sin chamba”.