Los chapulines son una alternativa para combatir la desnutrición infantil en México, gracias a que tienen muchas propiedades alimenticias. Además de que es un alimento que se consume desde la antigüedad y hasta la fecha, y no sólo por grupos indigenas, pues los chapulines son incluso un manjar en restaurantes tanto nacionales como internacionales.
Pero en el Estado de Morelos están considerando a los insectos como una manera de alimentar bien a gente de escasos recursos. Por ejemplo, en Tlaltizapán (en el centro de Morelos), decenas de niñas y niños, durante cinco semanas, recibieron una galleta de harina preparada con chapulines, esto como parte de una investigación académica donde están involucrados el gobierno estatal y algunos hospitales privados. En tanto, que se espera que a finales de enero se haga el mismo estudio en otra comunicad morelense.
Los niños fueron sometidos a pruebas antes y después de comer las galletas, para saber sus niveles de desnutrición, y aunque los resultados no están completos, familiares de los menores aseguran que hay efectos positivos con el consumo de la harina de chapulines.
De acuerdo a estudios de la oficina para la Alimentación y la Agricultura en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los chapulines son fuente de proteínas, ácidos grasos, fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio, entre otros.
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