La falta de lluvias y de mantenimiento, tienen en el colapso a los dos lagos más importantes del municipio mexiquense de Cuautitlán Izcalli, conocidos como Lago de Guadalupe y Espejo de los Lirios. Y es que desde el año pasado, no hubo lluvias y el encargado del mantenimiento de áreas públicas del ayuntamiento murió en diciembre de Covid-19, dejando a la deriva a estas zonas ecológicas.
Ubicados a poco más de 40 kilómetros del Centro de la Ciudad de México, el panorama en estos grandes estanques es triste, pues el nivel de agua ha disminuido de manera alarmante, afectando a los centenares de aves migratorias que viven en estos lugares, como es el pelícano y pato canadiense.
ESPEJO DE LOS LIRIOS
Durante casi todo el año 2020, este parque familiar que tiene una extensión de 487 mil 407 metros cuadrados, ocupados principalmente por su gran lago, permaneció cerrado al público debido a la pandemia de coronavirus.
Los meses de clausura provocaron que el parque quedara en completo descuido, aunado al tema de la sequía ocasionado por las nulas lluvias que se esperaban para los meses de octubre y diciembre.
Sin embargo, al no existir mantenimiento, ni agua, el lago comenzó a secarse, afectando a peces, tortugas, patos, pelícanos y garzas.
Al notar el deterioro, los vecinos pidieron ayuda del ayuntamiento. Y aunque no se las negaron, fue muy limitada pues al personal de limpieza y mantenimiento no se podía exponer de tiempo completo, pues la pandemia de coronavirus estaba en su peor momento.
“Tuvimos el apoyo de las autoridades. Nos ayudaron de forma limitada, y nosotros cooperamos con lo que hacía falta, pero tenemos un tema muy severo de agua aquí. De hecho las compuertas de la presa están cerradas, y en las colonias llega el agua una vez siete o 15 días. Y eso no lo podemos solucionar”, comentó Marcela Rosa, representante vecinal.
Asimismo, otro motivo por el cual los lagos y sus áreas verdes de este municipio no han recibido mantenimiento o limpieza es porque el Director Jurídico de C. Izcalli, Gerardo San Pedro, falleció en diciembre por Coronavirus. Y era él quien realizaba mesas de trabajo con los vecinos para poder salvar estos estanques.Por lo que el puesto aún no tenía sucesor, hasta inicios de marzo.
LAGO DE GUADALUPE
Este Lago es el principal del municipio, pues su extensión geográfica es de 5 poco más de 5 mil hectáreas, abarcando una parte de los municipios de Atizapán de Zaragoza y Nicolás Romero. Éste es un depósito natural de agua, surtido por una presa que se ubica en la parte alta de la zona y forma la parte norte de la Cuenca de México, donde se desarrollan los lagos de la antigua Anáhuac, antes de la conquista española.
Sin embargo, hasta antes del 2017 este lugar era considerado con un clima templado y hasta húmedo, sobre todo en verano, cuando las lluvias duraban semanas.
Durante el año pasado, esto ha cambiado, pues se ha convertido en una zona muy seca, al grado de reducirse centenares de metros cuadrados el nivel del agua.
“Se ve muy triste. El pasto está seco, no es necesario ser muy observador para darse cuenta que el lago se está secando, hay marcas en la tierra que lo evidencia. Y los pobres patos y otras especies de aves, así como los peces, no están padeciendo”, lamentaron vecinos de la zona.
Además del notable descuido de las autoridades, vecinos y visitantes externos de la comunidad.