La ciudad de Wajima, Japón, se encuentra en estado de devastación luego de un incendio, que ha dañado más de 50 edificios, provocado por un potente terremoto en pleno Año Nuevo.
Una serie de temblores sacudieron el oeste de Japón, cobrando la vida de al menos cuatro personas y causando daños significativos en estructuras, vehículos y embarcaciones. Las autoridades instaron a los residentes en algunas áreas a mantenerse alejados de sus hogares debido al riesgo constante de terremotos de gran magnitud.
Las réplicas persisten en la prefectura de Ishikawa y sus alrededores, un día después de que un sismo de magnitud 7.6 golpeara la región el lunes por la tarde. Ante la magnitud de la tragedia, el ejército japonés se movilizó hacia las zonas afectadas para colaborar en los esfuerzos de rescate, destacando la urgencia de la situación.
En medio de la emergencia, los bomberos continúan enfrentándose a un incendio en la ciudad de Wajima, cuyo resplandor ha tenido un impacto visible en el cielo, teñéndolo de tonos rojizos debido a las brasas y el humo.
Este desastre resalta la vulnerabilidad de Japón a los terremotos, una realidad recurrente dada su ubicación a lo largo del "Anillo de Fuego", un arco de volcanes y fallas en la cuenca del Pacífico.