El huracán Delta tocó tierra en México el miércoles como una tormenta de categoría 2 extremadamente peligrosa, llegando a tierra cerca de Puerto Morelos, en la costa noreste del país, azotando con fuerza los destinos turísticos de Cancún, Playa del Carmen y Cozumel.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos con sede en Miami dijo que las imágenes satelitales indican que el vórtice del Delta llegó a tierra alrededor de las 5:30 a.m. hora local con vientos máximos de 175 kilómetros por hora (110 millas).
La alerta era máxima desde la noche del martes.
“Hemos llevado a cabo todos los protocolos” pero “es un huracán fuerte, poderoso”, dijo Carlos Joaquín, gobernador del estado de Quintana Roo, quien aseguró que en la región no se había visto un huracán igual desde el paso de Wilma en 2005 aunque ahora confiaban en que Delta saliera con más rapidez del territorio.
El leve debilitamiento de su fuerza en las últimas horas del martes es, sin embargo, una buena noticia.
Turistas y residentes de Quintana Roo desalojaron la calles del estado desde las 7 de la tarde y muchos de ellos esperaron al huracán en los numerosos refugios habilitados por los hoteles o las autoridades. Solo en Cancún se abrieron 160.
Las evacuaciones de zonas costeras, las islas y los espacios más inundables tuvieron lugar a lo largo del día con cientos de personas trasladas a áreas más seguras del interior mientras Delta cobraba fuerza sobre el Caribe a un ritmo extraordinario ya que del lunes al martes, en solo 24 horas, pasó de tener vientos de 96 km/h a los 225 km/h.