Tras la carrera por llegar a la Casa Blanca, Hillary Clinton le ha dicho adiós a sus cotizados 'looks', así como a su sesión de maquillaje y peinado, para a ser una mujer 'normal' y lucir notablemente agotada, algo que no había lucido la exprimera dama.
Decaída, cansada y con un cambio drástico de imagen, Clinton sorprendió al público durante un discurso, que se convierte en su primera aparición frente a las cámaras, tras sucumbir con el millonario empresario, que dirigirá al país de las barras y las estrellas durante los próximos cuatro años.
La excandidata demócrata se olvidó del maquillaje, luciendo su pálido color de piel; dejó de pagar cortes de pelo que costaban cerca de 600 dólares (poco más de 12 mil pesos) y también apartó su única combinación de labiales, que le daban ese tono rojizo que tanto la caracterizó durante la campaña presidencial; sin embargo, conservó sus conocidos trajes de alta costura.
Con las ojeras marcadas en su rostro, los rastros de la edad siendo también más notorios y su peinado que parece estar menos sometido a tratamientos que antes, podría ser que continuemos viendo a Hillary lucir menos impactante tras haberse despedido de la casa blanca frente a Trump.