La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación en la que determina que hubo abuso de autoridad y uso excesivo de la fuerza contra el actor Octavio Ocaña.
Según la recomendación, los policías dispararon tres veces contra el vehículo del actor, lo persiguieron y chocaron contra su camioneta, lo que provocó que perdiera el control. Además, se concluyó que uno de los policías disparó directamente contra la camioneta.
La familia de Ocaña sostiene que el actor fue sometido y ejecutado, y un peritaje independiente realizado por ellos confirmó esta versión.
La recomendación emitida por la CNDH señala violaciones a los derechos humanos del actor y sus acompañantes, entre ellas, al debido proceso, la certeza jurídica y el derecho a la vida. La versión oficial ofrecida por la Fiscalía mexiquense afirmaba que Ocaña portaba un arma de fuego y que al intentar evadir a la policía chocó y se disparó accidentalmente en la cabeza. Sin embargo, el nuevo análisis pericial concluyó que el joven de 22 años no realizó ninguna acción tendiente al suicidio.
El informe pericial revela que los impactos de bala en la camioneta fueron realizados con un calibre superior al arma implicada en los hechos.
Además, concluye que Ocaña fue bajado de la unidad, sometido en el piso con la cara hacia el lado derecho y recibió un disparo en el cráneo a una distancia de poco más de un metro.
La familia del actor continúa recabando pruebas para demostrar que su muerte fue un asesinato y no un accidente o suicidio, mientras se espera que se tomen las medidas necesarias para garantizar justicia en este caso.
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