La Ciudad de México se pinta de color violeta en la primavera gracias a las jacarandas, pero ¿Sabes cómo llegaron esos árboles que le han dado identidad a la capital mexicana?
Fue gracia al japonés Tatsugoro Matsumoto, jardinero imperial que emigró a México, y con él sólo trajo su amor por las plantas, pues para venir a estas tierras vendió todo lo que tenía en Tokio y sólo se trajo semillas de árboles y plantas de Japón y Sudamérica que para él eran las más bonitas, y las semillas de jacarandas las trajo de Brasil
Llegaron de Perú cuando un arquitecto hacía un jardín japonés
El jardinero estuvo viviendo en el centro de la ciudad y siempre buscaba a quién hacerle un jardín, entonces así llegó a Porfirio Díaz y Manuel Ávila Camacho, a quienes les hizo su propio jardín, pero fue el entonces presidente de México (de 1930 a 1932) Pascual Ortiz Rubio quien pidió a Matsumoto plantar jacarandas en las principales avenidas de la ciudad y comenzó por Reforma que consideran la avenida más importante de México.
Con el tiempo y gracias al tipo de semillas que tienen las jacarandas y que pareciera que 'vuelan', es que avenidas como Insurgentes y algunas colonias de la Ciudad de México terminaron pintadas de morado, pues las semillas se plantaban solas.
Incluso, la familia Matsumoto se dedicaba a trabajar en las planas, y en sus viveros tenían cualquier variedad de ejemplares, entre ellos la palma del Paseo de la Reforma, que ellos mismos plantaron.
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