El economista de ultraderecha Javier Milei será el próximo presidente de Argentina, en un golpe al peronismo y en medio de un creciente descontento ante una inflación galopante y el incremento de la pobreza.
El triunfo de Milei marca un viraje hacia la derecha más radicalizada de Argentina y el fin en el poder —al menos de manera temporal— del peronismo, el movimiento populista que mayoritariamente ha gobernado al país en las últimas dos décadas.
El candidato oficialista y actual ministro de Economía, Sergio Massa, admitió su derrota antes de que las autoridades dieran a conocer un avance del conteo.
"Los resultados no son los que esperábamos y me he comunicado con Milei para felicitarlo porque es el presidente que la gran mayoría eligió para los próximos cuatro años", dijo Massa a sus seguidores en su comando de campaña.
Poco después, la autoridad confirmó que en el recuento preliminar Milei, de La Libertad Avanza, obtenía 55,77% de los votos mientras que Massa, de la Unión por la Patria, alcanzaba 44,22%, con más de 96% de los votos contabilizados.
El economista libertario, que se autodescribe como anarco-capitalista, ha dicho que sacudirá al país de manera radical y entre sus propuestas están la desaparición del Banco Central y la dolarización de la economía.
Milei, que entró a la escena política hace escasos dos años y carece de experiencia en la gestión pública, ha dicho que convocará a un plebiscito popular para derogar la ley que legalizó el aborto, desregulará el mercado legal de armas y aplicará aranceles a la salud y la educación pública.
Massa afirmó que "desde mañana la responsabilidad de dar certezas, de transmitir garantías sobre funcionamiento político, social y económico es responsabilidad del nuevo presidente".
Agregó que "le hemos planteado al presidente electo y al presidente de la nación (Alberto Fernández) mañana mismo poner en marcha un mecanismo de transición para que los argentinos no tengan dudas ni incertidumbre respecto al normal funcionamiento político, económico e institucional".
Más de 35 millones de argentinos fueron convocados a votar en el balotaje en un contexto de agudo deterioro económico y social. La inflación de 142,7% interanual empeoró los niveles de pobreza, los casos de inseguridad son constantes y el sistema político es escenario de permanentes escándalos de corrupción.
"Lo que se está expresando en las urnas es el hartazgo, el cansancio, el voto castigo de la gran mayoría de los argentinos", dijo a The Associated Press Lucas Romero, de la consultora Synopsis.
Agregó que "a pesar de todos los errores de campaña de Milei, a pesar de todas sus particularidades que generan dudas, inquietudes, y a pesar de no tener capacidad de garantizar fortaleza política para ejecutar su programa, se impuso la demanda de cambio".
Mariel Fornoni, de Management & Fit, afirmó en tanto que el gran desafío del economista es la gobernabilidad porque "tiene tres intendentes, no tiene ningún gobernador y 35 diputados y ocho senadores" en el Parlamento, lo que le obligará a llegar a acuerdos con otras fuerzas.
Según Fornoni, "el segundo desafío es la estabilidad emocional para liderar todo un país cuando no ha ejercido liderazgos previos, como una cámara de legisladores, una provincia o una empresa".
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva fue el primer mandatario extranjero en saludar al gobierno electo de Argentina, aunque no mencionó a Milei, quien ha afirmado que su país no tendría relaciones comerciales con el vecino.
"La democracia es la voz del pueblo, y siempre debe ser respetada... deseo suerte y éxito al nuevo gobierno. Argentina es un gran país y merece todo nuestro respeto. Brasil estará siempre disponible para trabajar con nuestros hermanos argentinos", expresó el líder brasileño en la red social X, antes llamada Twitter.
Milei también recibió las felicitaciones del embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc R. Stanley, quien expresó su deseo de "trabajar juntos en las prioridades compartidas que benefician a la gente de nuestros dos países, incluyendo la protección de los derechos humanos y la democracia, la lucha contra el cambio climático, la mejora del clima de inversiones y la inversión en la clase media".