De manera alarmante, se redujo la cantidad de mariposas monarca que llegaron este año a México. Y es que hasta ahora ocuparon menos de una hectárea, lo que significa que llegaron menos del 60 por ciento, y entre las causas pueden estar el cambio climático, pesticidas, la sequía y la falta de algodoncillo, planta fundamental para su reproducción y mantenimiento.
Hasta el momento. Se contabilizaron nueve colonias de mariposas monarca en el año, tanto en Michoacán como en el Estado de México, lo que significa que hay una ocupación de 0.9 hectáreas, 59.3 por ciento menos que el año pasado cuando ocuparon 2.21 hectáreas. Incluso, las autoridades encargadas informaron que el actual es el menor registro desde las mediciones iniciadas en 1993.
“Hace 10 años la temporada 2013-2014 que tuvimos una disminución de 0.67 hectáreas, Diez años después, vuelve a presentarse una baja considerable en la ocupación forestal de las colonias.
“Por segunda ocasión en la historia, la colonia más grande no fue la de El Rosario en el estado de Michoacán, sino fue la que se registró en San Antonio Albarrales, en el santuario de Palomas, en el Nevado de Toluca, que no es abierta al público, para garantizar el estado de salud de las monarcas”, explicó Gloria Tavera, directora de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas.
La mariposa monarca recorre aproximadamente 4 mil kilómetros desde Canadá a México y pasan por Estados Unidos, permanecen en nuestro país en otoño e invierno, y para la primavera vuelven a tierras canadienses; sin embrago, el mayor peligro lo encuentran al pasar por el norte de México, y por ello se comenzarán a tomar medidas.
“Vamos a emprender acciones en este corredor para evitar el cambio de uso de suelo y el uso de agrotóxicos particularmente del glifosato y otros que científicamente nos dicen que también están afectando”, dijo Adán Peña, comisionado de las Áreas Protegidas de México.
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