Después de que Pyongyang lanzará un misil sobre el espacio aéreo de Japón, la Fuerza Aérea de Corea del Sur realizó una simulación de cómo sería un ataque contra Corea del Norte.
En el simulacro se utilizaron diferentes armas y cazas F-15K, los cuales lanzaron ocho bombas MK 84, que pesan aproximadamente cerca de una tonelada, muy cerca de la frontera norcoreana.
Según la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, las bombas que fueron utilizadas están diseñadas para afectar grandes objetivos.
El vocero presidencial de Corea del Sur, Yoon Young-chan, informó que Moon Jae-in, líder de la nación, pidió "exhibir sus capacidades para sobrepasar las fuerzas norcoreanas en caso de ataque".