Ante la ola de críticas de la ciudadanía por el aumento a la tarifa de la gasolina, en un país que gana 80 pesos de salario mínimo, las dependencias gubernamentales decidieron unirse al ‘plan de austeridad’ para dar el buen ejemplo, por lo que algunas tomaron la decisión de bajar el sueldo a los funcionarios de alto rango.
Al principio parecía que todos habían aceptado unirse a la idea, pero comenzaron a surgir los llamados #LordNoMeAlcanza, como Benito Nacif, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), quien impugnó la reducción de su sueldo en un 10 por ciento; Nacif gana ahora aproximadamente 177 mil pesos al mes.
De inmediato pidió a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revisar si la reducción cumple con los siguientes puntos: la constitucionalidad y la legalidad de lo aprobado por el INE; si la medida altera las condiciones para el ejercicio del cargo y si es estrictamente necesario hacer este recorte, pues existen otras maneras de ahorrar recursos.
Cabe destacar que hace unas semanas, la diputada del PRI en Sonora, Susana Corella Platt, dijo que no se uniría a las medidas de austeridad porque no le alcanza, pese a recibir 500 mil pesos de bono de Fin de Año.
JAVIER LOZANO SE UNE AL CLAN
Javier Lozano, exsenador por el Partido Acción Nacional y nuevo Jefe de Oficina de Gali Fayad, espera que su nuevo salario de 78 mil 296 pesos “le alcance para vivir con dignidad”, pues dicho monto es casi la mitad de lo que recibía como senador de la República.
Dicha declaración se da dos semanas después de que se pronunciara en contra de reducir su salario cuando era representante en el Congreso de la Unión.
Al momento de ser cuestionado, Lozano expresó que ante la posible disminución “se dedicaría a robar”. De acuerdo con cifras, su anterior salario era de 158 mil pesos al mes, sin contar prestaciones.
El integrante del gabinete de Fayad afirmó que vivir en un estado es mucho más barato que en la CDMX, por lo que espera compensar dicha ausencia de ingresos.