Existen cascos para motociclistas, ciclistas y jugadores de beisbol o futbol americano, todos ellos tienen el objetivo de proteger al ser humano contra un golpe severo en la cabeza; pero en México ya existe un casco que, al igual que los anteriores, auxilia a las personas, pero de una forma distinta: controla los síntomas de la depresión por medio de pulsos electromagnéticos. Es el primero en su tipo, se encuentra en el Instituto de Neurociencia, Investigación y Desarrollo Emocional (INCIDE).
El casco, llamado Estimulador Magnético Transcraneal Profundo, dispara pulsos de estimulación magnética, con el fin de reactivar las neuronas que están trabajando con estímulos eléctricos y químicos más bajos del promedio, los cuales son causantes de la depresión.
“Es por esta razón que se dan medicamentos y ahora sesiones con el Estimulador Magnético Transcraneal, para que estas neuronas se estimulen con la misma potencia que antes”, explicó Edilberto Peña, neuropsiquiatra y director de investigación del INCIDE.
De acuerdo con el especialista, el casco es una solución para los pacientes que no ven resultados con un tratamiento regular; ya sea psicoterapia o fármacos. Además de que es más efectivo, puesto que 20 sesiones (cada una con un costo de 3 mil pesos) corresponde a tomar antidepresivos diariamente durante un año; gracias a esta práctica, la medicación se reduce a tan sólo un mes. “Desde la tercera sesión se notan los cambios; el tratamiento dura 20, y es definitivo”, finalizó.