El ataque de este lunes en una estación de metro de San Petersburgo fue perpetrado por un suicida, según apuntaron investigadores rusos. Catorce personas fallecieron y más de 40 resultaron heridas en la explosión.
Nadie se atribuyó la autoría del ataque, que coincidió con una visita del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a su ciudad natal. El Comité Investigador ruso sospecha que un hombre de cuyo cuerpo se encontraron fragmentos en el tren era un atacante suicida. Las autoridades identificaron al sospechoso pero no revelaron los detalles para no interferir con las pesquisas en curso.
El servicio del metro de San Petersburgo se suspendió tras el ataque y las instalaciones fueron evacuadas, pero parte del sistema recuperó la actividad unas seis horas más tarde. Este martes, las autoridades de emergencias anunciaron el cierre de cuatro estaciones de la red de metro por amenaza de bomba. La de la plaza Sennaya, en el centro de la ciudad, estaba acordonada y desde el servicio de megafonía se anunció la suspensión del servicio en otras tres.
En las dos horas posteriores al ataque, las autoridades hallaron y desactivaron una bomba en otra concurrida parada, explicó la agencia antiterrorismo. Se trata de la principal conexión entre dos de las líneas del subterráneo y conecta con la estación de la que salen los trenes a Moscú.