Kabul cayó el domingo en manos de los talibanes sin que las fuerzas nacionales opusieran resistencia y después de que en poco más de una semana lograsen el control de casi todas las provincias del país, un inédito avance motivado por la fase final de retirada de las tropas de Estados Unidos y de la OTAN el pasado 1 de mayo.
La caída de Kabul, que se completó anoche después de que el presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonara el país, provocó una oleada de miles de civiles que se dirigieron al aeropuerto de Kabul con el objetivo de salvar sus vidas.
Los talibanes son un grupo fundamentalista religioso proveniente de la corriente sumita del Islam, y gobernaron previamente el país previo a la invasión estadounidense en 2001.
Las políticas de los talibanes se distinguen por ser extremadamente radicales y prohiben la participación de la mujer en la sociedad.
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