La Comisión de Box de la Ciudad de México confirmó que Omar Chávez, hijo de Julio César Chávez llegó con 10 kilos de sobrepeso a la pelea que sostendría contra Misael Rodríguez el pasado sábado en Pachuca, Hidalgo. Ante la confusión sobre la decisión del medallista olímpico de no subirse al ring, el comisionado Rodolfo Rosales explicó la regla de pesaje en arena, la cual el ‘Chino’ utilizó para justificar su decisión de no pelear.
Rosales explicó que al ser una pelea sancionada por la Comisión de Box de la capital, se les informó a ambos pugilista que tenían que cumplir con su reglamento, el cual detalla que tras el pesaje, los boxeadores solo pueden subir un limite de cuatro kilos y medios.
"Se les informó que como sancionaba la Comisión de Box de la Ciudad de México, se iban a aplicar las mismas reglas que en la Ciudad de México", dijo Rodolfo Rosales en un testimonio grabado por Arturo Contreras.
Esto significa que luego de cumplir con la ceremonia de pesaje se iba a realizar al siguiente día un pesaje arena, en el que los boxeadores solo se les permite subir cuatro kilos y medio más de su peso inicial con el rebote de hidratación, por lo que Misael y Omar debían de tener un peso límite de 81 kg.
"Fuimos al vestidor y efectivamente Omar no se quería pesar. Fuimos nuevamente y ya se dejó pesar, se pesó con las zapatillas de boxeo, con las calcetas, con la concha protectora, con el calzón de boxeo, con la camisa, con los guantes y pesó 86 kilos con 700 gramos, o sea, pesó 10 kilos más", apuntó Rodolfo.
Con este comunicado por parte del organismo rector del combate, las declaraciones de Julio Cesar Chávez, padre de Omar Chávez, quedan en tela de juicio, pues en redes sociales el gran campeón mexicano compartió una foto en la que alegaba que su hijo estaba cumpliendo el reglamento del peso, marcando en la báscula 82.40.