“Habla bien de alguien y fallará”, este dicho lo vivió en carne propia Arturo López, quien en la Sala de Usos Múltiples del Estadio Alfredo Harp Helú habló de que los Diablos Rojos del México tenían el mejor bullpen en la Liga Mexicana de Beisbol y esta noche este departamento fue un desastre ante Tabasco, que triunfó 13-4 en el recinto capitalino.
El montículo se trasformó en un templo en el que a manera de sacrificio olmeca desfilaron los serpentineros escarlatas quienes fueron descontados uno por uno ante los batazos efectivos de la tribu.
El jardinero derecho, Juan Carlos Pérez, pegó cuatro imparables de imparables y produjo un par de carreras para ayudar a los Olmecas a empatar la serie en la Ciudad de México.
Un exjugador de los Diablos se unió a la masacre y como si no pensara en algo más que la venganza, Juan Pablo Oramas saltó a la lomita a despachar bateadores a diestra y siniestra, además de adjudicarse la victoria.
El veterano lanzador dejó en ridículo a la ofensiva capitalina con un total de tres ponches en su registro.