Julio Urías se convirtió en una pieza primordial para que Dodgers alcanzara su tercera Serie Mundial en los últimos cuatro años. Sus lanzamientos dieron vida al equipo cuando más lo necesitaba y se ganó el respeto y admiración de los aficionados, a quienes espera regalar una última sonrisa ante los Tampa Bay Rays.
“Pienso que estar en este equipo es una bendición, el poder jugar mi segunda Serie Mundial con este equipo es otra bendición. Son puras bendiciones que la verdad no descansaré hasta después que ganemos los próximos cuatro juegos por toda la afición de Los Ángeles y toda la afición mexicana que apoya al 100 por ciento, y en lo personal siempre mandando buenas vibras, buenos mensajes. Es un reto para mí, y hasta que no lo cumpla va a ser la misión cumplida”, dijo el mexicano.
Urías se convirtió en quien los Dodgers pensaron que Dustin May podría ser en la Postemporada. El zurdo abrió el Juego 3, regresó en el Juego 7 con tres días de descanso para lanzar tres entradas perfectas de relevo en la coyuntura más crítica de la serie, y entró en la discusión junto a Corey Seager por el Jugador Más Valioso de la NLCS.
“La verdad estoy súper contento, siempre lo dije, desde que fue mi debut y desde que firmé con esta organización. Todos sabemos cuál es equipo más popular en México y más popular (se podría decir) para todos los latinos, y en especial para los mexicanos por todo lo que hizo Fernando (Valenzuela)”, comentó en videoconferencia.
Luego de cerrar el séptimo juego ante los Braves el domingo, el sinaloense ha podido descansar el brazo, por lo que se declaró listo para cuando Dave Roberts lo requiera.
“No, eso ya es el plan de ellos, ahorita es ir a la práctica y ver la decisión que ellos van a tomar. Yo estoy disponible 100 por ciento para lo que me necesiten, hay que estar disponible mientras uno se sienta saludable, que el físico esté bien es ir a dar el 100 por ciento de uno”, puntualizó.
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